sábado, 18 de febrero de 2012


Calakmul

Ubicada en lo más profundo de la selva campechana, se encuentra la otrora poderosísima ciudad de Calakmul (Montículos adyacentes, en español y que hacen referencia a los dos enorme basamentos piramidales de la ciudad).
Llegar a ella implica un esfuerzo importante para aquel visitante y/o explorador de las antiguas ciudades mayas. Sin embargo, la recompensa bien vale. La desmañanada y el largo viaje de cualquiera de las poblaciones más o menos cercanas a esta ciudad se ven recompensados con creces.
Desde el punto de vista del mapa cultural de los mayas, Calakmul se encuentra en la región noroeste de la región conocida como las tierras mayas del sur y fue descubierta allá en 1931, por el biólogo norteamericano Cyrus Lundell, quien nunca imagino que acababa de develar a la humanidad a una de las ciudades más importante y poderosas del sur de Campeche y, protagonista vital en la historia del Clásico maya.
Es, para el periodo conocido como preclásico superior (300 a.C.-150 d.C) que sitios como Calakmul, El Mirador y Uaxactún se consolidan como una región que mantendrá serias diferencias con su vecinos del sur, principalmente con Tikal con quien tendrán una historia entrelazada de guerras prácticamente durante todo el clásico, o sea desde el siglo III hasta el IX de nuestra era.
Se trata pues de una ciudad cuya historia se remonta a los 600 años antes de Cristo, y es entre el 300 a.C y el 250 d.C. cuando se construyeron las dos pirámides monumentales que le dan el nombre a la ciudad.
Es su Gran Plaza, el eje de la distribución arquitectónica y urbana. Fue en torno a ella que se establecieron los espacios administrativos y residenciales de los distintos linajes.
Es importante recalcar la importancia de las plazas  de esta ciudad, ya que dentro de la cosmovisión de los mayas, estos lugares eran considerados como el “mar primigenio” y los grandes basamentos que los delimitaban, como las “montañas de la creación”, al pie de las cuales se erigían las estelas que simbolizaban los “árboles sagrados”.
Es en el 426, cuando el llamado reino de la cabeza de serpiente, impone su hegemonía en Calakmul. La ciudad construida alrededor de grandes plazas y patios, es una metrópoli (pues sus 25 kilómetros cuadrados de extensión así lo indican) donde se erigieron gran número de estelas, alrededor de 120, muchas de las cuales fueron robadas o mutiladas, por los traficantes y chicleros que han explorado y explotado muchas de las ciudades de la selva yucateca.
Es tal la fuerza de este linaje que pueden encontrarse pruebas de su influencia en ciudades como Yaxchilán, Palenque y El Naranjo.
A principios del siglo VII, Calakmul es e centro de la red de alianzas más importante del área. Pero es con el ascenso del linaje de los Yukom, que desembocaría en la creación de una verdadera superpotencia de las tierras bajas mayas del sur.
Sin embargo, fue a mediados del clásico tardío, en 686, cuando asciende al trono un de los gobernantes más connotados, conocido como Yakum Yichak Kak (gran garra de jaguar), cuya derrota ante Tikal, marcó el inicio del declive de la ciudad.

 Algunos datos adicionales.
1.- Hay tres rutas para visitar la zona arqueológica. Si usted no es un avezado explorador, un caminante incansable o un obseso arqueólogo aficionado, olvídese de la ruta larga; las otras dos, le darán suficientes motivos para sentirse satisfecho con su visita.
2.- Si maneja, hágalo con cuidado, es muy frecuente que diversos animales atraviesen la carretera sin mirar a ambos lados de la misma antes de cruzar y, en la selva ¡No hay semáforos! No dañe la fauna y la flora de esta región. Todos se lo agradeceremos.
3.-  Si ve monos, principalmente los saraguatos  o aulladores, NO se acerque, lo menos que le pueden aventar es detritrus y tienen muy buena puntería. Déjelos en paz.

domingo, 12 de febrero de 2012

Catálogo 13

Kinich Nikté (amanecer)
Acrílico sobre macicel.
120 X 123 Cm.
Disponible.