sábado, 29 de enero de 2011

Invasión Zombi

Bueno, parece que está de moda. El culto al género de los Zombies no sólo ha permeado en el cine de terror, sino que la literatura y las series de televisión son ya referentes de esta cultura de adolescentes y uno que otro adulto. Lo lamentable del asunto y hasta inverosimil es que existen verdaderas tribus de fieles seguidores que creen firmemente en los zombies y, en algunos casos ya se habla de un apocalipsis zombie, al parecer basado en una mala lectura de dos libros de Max Brooks (hijo del célebre cineasta de cine de humor, Mel Brooks), quien es el autor de:  Zombie, Guía de supervivencia, publicada en el año 2003 y, del que ya se realizó una película, y cuya temática es una explicación detallada de cómo sobrevivir a un apocalipsis zombie.
El segundo libro de Brooks es: Guerra mundial Z: una historia oral de la guerra zombie, novela que se ocupa de la supuesta guerra entre humanos y muertos vivientes por todo el planeta.
Asi las cosas la estulticia e ignorancia de ciertos adolescentes, sólo provocan una enorme pena ajena.
Sin embargo, y decimos esto con mayúsculas para que no quede duda, este es un RELATO DE FICCIÓN, para que los despistados de siempre no se la vayan a creer.

Basado en un sueño real.

Desde que tengo memoria he tenido problemas para relacionarme con la gente. Me han llamado antisocial, me han llamado sociópata, me han insultado y dicho que no soy más que una “mamona.” Si bien he vagado por el mundo como un alma solitaria, en la tercera década de mi vida he decidido acudir al psiquiatra para no terminar como “una solterona.” Si les he de confesar algo, tiendo a asustar a las personas que se acercan con mi actitud parca y mi sensibilidad sarcástica hacia los obstáculos de la vida. Mi psiquiatra, les digo, me ha recomendado una serie de pastillas: dos para ir a dormir, una para la ansiedad y una más pequeña pero aparentemente más alucinógena para cuando tengo que enfrentar los grandes obstáculos que no me permiten socializar, como traumas o cosas más relacionadas con mi pasado que he bloqueado, según mi psiquiatra, por temor a enfrentarlas.
 Hace poco recibí el correo de un amigo, bueno al menos eso dice que es. Menciona que solíamos jugar en la primaria y que tiene la esperanza de que me acuerde de él. Para ser sinceros no recuerdo haber jugado con él en la primaria, de hecho no tengo buenos recuerdos de la misma. Lo que sí recuerdo es que era una niña bastante anormal, leyendo cuentos de terror en el recreo y en eso que llamaban “medio internado.” Recuerdo haber devorado a Edgar Allan Poe, a Horacio Quiroga, a Ray Bradbury, a H.P. Lovecraft, entre otros pero no recuerdo a ningún sujeto llamado Rubén con quien, aparentemente, solía jugar fútbol.  En fin, habrá un retiro de todo un fin de semana a una reserva ecológica cerca de Michoacán, se va a poner bueno porque no creo que nos dejen pasar. Será divertido ver como los organizadores quedan mal ante toda la planeación de su viaje. Pero antes tengo que ir con mi psiquiatra a que me dé las pastillas necesarias para el dichoso viaje.
He regresado de mi visita al psiquiatra, debido a que he bloqueado gran parte de mi estadía en la primaria y por los signos traumáticos que ésta representa se me han dado dos de las pastillitas fuertes para ir de viaje. Una mitad de una pastilla antes de iniciar, la otra mitad al llegar, una mitad al partir y la otra mitad para llegar a casa, así podre consumir las pastillas para dormir sin ningún problema en caso de insomnio. Prohibido beber, prohibido consumir ciertas sustancias tóxicas, cosas que nosotros no hacemos mucho caso.
He terminado de empacar, parte importante de mi viaje es llevar mi aparato reproductor de música. Voy con varios adultos pero si quieren beber tendré que recluirme en las estruendosas percusiones que personajes como Dave Lombardo, Nick Menza y Charlie Benante me ofrezcan. Así que todo listo, mochila, agua, pastillas a la mano junto con mi colección personal de heavy metal en un modesto aparatito de cómodas medidas.  He tomado mi mitad de la pastilla, ya es de noche y es hora de partir.
Me acabo de enterar que los dos niños que en su época fueron considerados con el futuro más prometedor lo tuvieron que dejar todo por cuestiones de embarazo no deseado. Quienes fuimos considerados los parias por antisociales y el hecho de no lograr buenas relaciones personales hemos emprendido una carrera, algunos llevan dos, por alguna razón extraña encontramos refugio en las guitarras distorsionadas y los ritmos de seis octavos cuando estamos desesperados. Quienes prometían terminaron decepcionando y quienes decepcionamos a todos terminamos prometiendo. En fin, más avanzado el camino alguien ha decidido crear un cóctel con polvos de agua de sabor y vodka y creo infinitamente que ese alguien se ha robado mi agua porque no la encuentro por ninguna parte y necesito mis pastillas para dormir lo que resta del viaje. Eso sólo significa una cosa, no dormiré esta noche.
Alguien ha robado una coca para mis pastillas y me la ha ofrecido, no confió mucho en estas personas pero debido a que los últimos días no he dormido mucho y he pasado mis noches en vela viendo clásicos de terror que van desde George Romero hasta otras cosas más burdas he decidido aceptar la coca para consumir mis pastillas.
He despertado a mitad de la noche porque alguien nos ha detenido, ya sabía que no podríamos atravesar Michoacán, ilusos, con los problemas que hay acá. Aunque aparentemente no hubo mucho problema nos han registrado a uno por uno. Me han preguntado por las pastillas, les dije que estaban pre- escritas y enseñe la receta.  No me han creído pero en fin, en México todo se arregla con un billetito y aún peor me han ofrecido a cambio una bolsa de polvo blanco o una pistola por un par de mis pastillas para dormir. Elegí la pistola, sin saber porqué.  Pero bueno ahora llevó un arma con pocas balas y aparentemente no he sido la única pero no logro reconocer del todo a mi otro compañero que ha sufrido la misma experiencia.
La visita estuvo genial. Uno de mis ex compañeros por hacerse el payaso ha sido mordido por una especie rara de mono que aparentemente sufría  una clase de rabia. Para nuestra buena suerte lo inyectaron y dijeron que llegaría al D.F sin problema siempre y cuando lo dejáramos dormir.  Fui una estúpida y no tome la mitad de pastilla al momento de llegar ahora me tendré que tomar la pastilla entera en el camión, con la coca que aún conserva algo de su negro líquido en la botella. No sé bien si fue por la caminata bajo el sol o porque olvide la pastilla para la ansiedad pero me termine la botella y empecé a sentirme un poco mareada. 
Me quedé dormida en no sé cuál punto del regreso a casa.  Lo que me ha despertado fue el tremendo bullicio que armaron mis compañeros al momento de ver que la persona mordida por el animal rabioso comenzó a tener ataques epilépticos. De acuerdo a la crónica presentada por quien me dio la coca, el sujeto, instantáneamente después  de tener el ataque epiléptico mordió a otra compañera en el brazo quien ahora tiene fiebre del dolor provocado por la mordida. Que tuvieron que participar tres hombres grandes y musculosos a quienes también les tocaron unas cuantas mordidas para amarrarlo al asiento. He volteado hacia el compañero quien yo sé que también tiene un arma para saber su reacción y esta tembloroso sosteniendo su arma tapándola con una chamarra como cuando un niño asustado abraza su oso de peluche. Por error mío hicimos contacto visual y tuve que volver a mi asiento a dormir un poco más.
Me han despertado cinco disparos, obviamente provenientes de quién agarro la pistola al igual que yo.  Lo han amarrado al asiento de atrás, tres asientos de los que yo estoy, me han dado indicaciones de no hablarle porque  ha disparado a los cinco enfermos con fiebre sin motivo aparente. Me da miedo acercarme a él pero tengo curiosidad de escuchar su versión de la historia.
Hace mucho tiempo este compañero no solía destacarse por sus habilidades sociales, si no por el hecho de saber  “de todo un poco.” Ahora me entero que compartimos el gusto por la variedad de géneros musicales que van desde clásica hasta metal. Lo curioso es que ahora recuerdo que una compañera de mi madre solía decir que el heavy metal era para psiquiátricos.  Regresando a mi compañero, como ofrenda de paz lo deje escuchar varias canciones de mi aparato, a su vez me ha dejado escribir el suceso en el diario: Ellos, los que fueron mordidos tienen los mismos síntomas que unas ratas con las que había experimentado en la facultad de bioquímica de la máxima casa de estudios. De acuerdo con él, con las mutaciones correctas de la rabia, puedes crear una escena zombi.  Escena que crearon dentro de un cubículo como parte de un proyecto pero que no se llevó a cabo por falta de presupuesto. La única cura, según él, es llevar la enfermedad a la rabia normal para poder erradicarla. Por desgracia no sé encontró la forma de regresar a la rabia normal y hubo que matar a las ratas a la vieja usanza zombi. Rebanándoles la cabeza. Cuenta también que, en todo el pleito de la parte de enfrente, que los  tres disparos que salieron de su pistola estaban dirigidos a la cabeza. Sin embargo, uno cayó en el brazo del piloto del autobús, provocando que la puerta del autobús se abriera y uno de los mordidos pudiera escapar. Dice que con suerte algún despistado lo  atropellará en la carretera. No logró distinguir quién era quién, pero por lo que sé la única mujer infectada fue la que se quedó con el chofer.  Le he preguntado si tiene problemas de ansiedad, al igual que yo los tiene, pero sus traumas son más recientes. Aparentemente las ratas de laboratorio dejaron algo más que sólo una investigación inconclusa.
 Muy bien. La serie de hechos que describiré a continuación será tan sólo un breve resumen de lo que acaba de suceder. El chofer se salió de la carretera, lo encontramos desmayado en el volante, aparentemente fue mordido por la chica que se quedó con él.   Hemos hecho relevos para  cuidar a los infectados al igual que para manejar en carretera, dos horas y dos horas, quién maneje no va sólo así que pedí que desatarán al bioquímico para que me acompañara en la jornada de viaje. A las mujeres no nos permiten acercarnos a los infectados,  ya que se han puesto bastante violentos. 
¡Es increíble! A duras penas si puedo escribirlo he tenido que disparar a tres personas en las últimas dos horas (el chofer, la chica que iba con él y el mejor amigo de la chica) Jamás pensé que tendría que hacer algo así.  Estoy tan sorprendida que a duras puedo describir lo que pasó.  El chofer despertó de su desmayo y se fue en contra de uno de los amigos que cuidaban a la chica. Lo destazó,  a pocos asientos de mis ojos. Entre en pánico y dispare desde lejos.  Por suerte traía un arma con balas. Ojalá hubiera más.
 Por fin me han devuelto mi diario, he tenido varias semanas sin escribir. Después de ese día tan horrible, aún recuerdo lo que me paso. Tuve que correr por toda mi primaria, para mi buena suerte aún no estaba tan cambiada. Todos querían hacerme daño, así que dispare a algunos y con el cuchillo que después encontré en los pantalones del chofer muerto tuve que cortar la yugular de varios. Por desgracia, ya no supe que fue de mi amigo el biomédico, creo que escapo después de que le disparé al chofer, ya habíamos llegado al Distrito para cuando eso sucedió.  Después de eso me llevaron a la corte, me acusaron de haber asesinado a 25 personas. Para mi buena suerte mi abogado pudo localizar a mi psiquiatra y ahora me tienen encerrada en un hospital psiquiátrico.  Tuvieron que pasar casi tres meses para que me permitieran de nuevo escribir como parte de mi terapia. No lo entiendo, salve al mundo de una epidemia y me acusan de ser una psicópata y una amenaza para la sociedad. 

Ilíada Berenice Rodríguez C.

1 comentario:

  1. Sí lo admito soy víctima de la cultura popular, pero uno necesita relatos de ficción para distraerse un rato y por cierto que el género ya hasta llego a invadir a Jane Austen con títulos como: "Pride and Prejudice and Zombies" "Sense and Sensbility and Sea Monsters" que resultan en una buena parodía de las obras :) jejeje...
    Habló la autora del relatito este.
    Ilíada Berenice Rdz :)

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