2010 dejó una buena cantidad de pendientes para los amantes de la literatura fantástica. Si bien es cierto que a fines de año se publicó, en inglés, el último tomo de la larguísima saga de “La Rueda del Tiempo”, del malogrado Robert Jordan, quien no la viera concluida ( murió en 2007) al tener que heredar esta tarea al escritor Brandon Sanderson, quien finalmente terminara en una entrega en tres partes -¡ufff!-, los textos que llevan como título “Las memorias de la luz” y que aun tardarán un rato en su versión en español. En tanto que seguimos sufriendo para conseguir los tomos que nos faltan pues Timun mas, la editora en castellano de buena parte de este tipo de literatura, nos mantiene en la periferia y en la marginación de una gran parte de sus joyas. En fin.
Así pues, decíamos que hay un buen número de pendientes. Ahí está el tercero de once títulos de la historia de los “Jinetes de Dragón” de Anne McCaffrey, cuyo tema esperado es el de “El Dragón Blanco”, para después seguir sufriendo a la espera de los 9 siguientes.
También está la segunda parte de una excelente novela de Patrick Rothfuss, “El nombre del viento”, una interesante historia de un aprendiz de mago, en serio, llamado Kvothe y que nos dejó sentados en la orilla de la silla y no se ve para cuando aparezca la siguiente parte.
Además, está el segundo libro de” Eon”: “Eona”, de la australiana Alison Goodman, y de la cual no sabemos cuántos volúmenes llevará su historia que toma muchas ideas del Tao, las artes marciales orientales y obviamente la mitología dragoniana.
Y ya entrado en el tema, una novela que no decía mucho en el título pero que al final nos agarró de la nariz para clavarnos en el tema, fue la obra de Giles Kristian, “El ojo de Raven” y cuya secuela ya se anuncia en Amazon, pero sin fecha de aparición bajo el título de ”Los hijos del trueno”.
Para finalmente, descubrir, al final de “Perry Jackson y los dioses del Olimpo IV, La batalla del Laberinto”, que Cronos no está derrotado y que habrá por lo menos una novela más de Rick Riordan, tal vez para 2011.
Sin embargo, es la cuarta entrega de “Eragon”, del joven escritor Christopher Paolini, la que tiene desesperados a los fanáticos de éste género. Prometido con anticipación al final del tercer tomo, “Brisingr”, la promesa no ha sido cumplida. Sin embargo, para que no desesperemos y nos convirtamos en Sombras, al autor nos regala un precioso, pero verdaderamente hermoso libro sobre Alagaësia, lugar donde se desarrolla nuestra historia.
Se trata de un volumen en forma de una guía dedicada a un joven jinete de dragón y que, obviamente habla de todas las cosas que conforman este mundo: Geografía, Historia, Razas, contrincantes, Fauna, Flora, etcétera, y cuyo título es “Eragon, guía de Alagaësia”.
El libro incluye, todo dentro del entendido que los lectores somos noveles jinetes, muestras de tela élfica, pétalos de la flor Ellësméra, una escama de ala de dragón, polvo de zafiro estrellado, entre otras cosas.
Como decíamos al principio, el libro está diseñado de una forma muy ingeniosa y, de hecho el tomo sólo consta de 28 páginas pero el lector disfrutará cada una de ellas, no sólo por la información que contienen, sino por la forma en qué están presentadas.
Así las cosas, éste sería un excelente regalo de día de reyes o de cumpleaños, para todos aquellos que hemos seguido con gran interés la obra de este joven escritor.
Sin embargo, antes de terminar si es importante decir algo a nuestro joven Christopher Paolini. No es suficiente, será suficiente cuando la saga de Eragón y su dragona Saphira haya concluido. Seguimos a la espera.
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