Palabra de lector 28
Uno de los problemas más difíciles de superar para un escritor, es el mantener el nivel a lo largo de su obra. Numerosos son los casos de escritores que después de su ópera prima, las subsecuentes resultan obras agotadas, apresuradas o de plano malísimas.
También se encuentran aquellos que después de ser grandes escritores, la fuente de su inspiración se agota y terminan por convertirse en un escritor más. El caso que nos viene a la memoria es Milán Kundera, a quien una vez que le llegó la fama, la lana y la presión de su editorial, se acabó el rencor y también la excelencia de su obra.
En fin, son las vicisitudes del oficio de escribidor y uno como lector apechuga y apechuga, esperando que vuelvan los buenos tiempos, cuando nuestros héroes de la pluma eran chéveres.
Algo parecido nos sucede con Joël Dicker, este joven escritor suizo, nacido en 1985 y cuyas dos primeras novelas fueron toda una revelación para sus lectores, entre ellos, quien esto escribe. “Los últimos días de nuestros padres”, novela escrita en torno a los servicios de inteligencia y la guerrilla francesa durante la segunda guerra mundial, resultó una verdadera joya literaria, con un buen ritmo, excelente trama y un manejo de los personajes realmente creíbles.
Este éxito nos llevó a esperar con ansiedad y descubrir en su segunda entrega, “La verdad sobre el caso Harry Quebert”, un reencuentro con la novela policiaca que hacía mucho no visitábamos. De ahí que el día que vimos que una tercera era anunciada en el costado de uno de los camiones-peseros que circulan por la avenida Mariano Escobedo, raudos asolamos las murallas de nuestra librería favorita para hacernos de la nueva propuesta.
Un thriller, decían. Y con ello, hicimos a un lado los textos pendientes y nos enfrascamos en la lectura de la nueva propuesta de Dicker, “El libro de los Baltimore”.
Para comenzar, debemos decir que no se trata de un thriller, de ninguna manera. Es un drama interfamiliar que tiene algunas pinceladas de ello, pero que en su conjunto es más bien una narración temporal sobre el encumbramiento de una familia y su estrepitosa caída, con sus ya predecibles chispazos de todo tipo de situaciones, sospechas, medias verdades y tragedias que colocan al texto más cerca de las obras de consumo aeroportuario que de una obra más compleja, como si el autor haya decidido por fin entrarle a la enorme maquinaria de la literatura de consumo, que hace las delicias de los aficionados a los booktubers de moda.
De la novela, bien poco podemos decir. No es una mala historia, pero sí se encuentra muy atrás de sus dos predecesoras.
La historia se inicia cuando uno de los personajes principales está a punto de ser condenado por asesinato y Marcus Goldman, protagonista de La verdad sobre el caso Harry Quebert, es convocado por uno de sus tíos. A partir de ahí, la historia se convierte en una narración sobre una familia dividida en dos y con demasiados secretos, los Goldman de Baltimore y los Goldman de Montclair.
Si usted tiene una tarde libre, un fin de semana y no se quiere complicar la vida, puede entrarle con confianza. Mientras tanto, este ingenuo escribidor esperará con absoluta inocencia y fe la próxima entrega del señor Dicker. Que se divierta.
Dicker, Joël, El libro de los Baltimore, Alfaguara, México, 479 pp., 2016. Traducción de María Teresa Gallego Urrutia y Amaya García Gallego. Colección: Narrativa internacional.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario