sábado, 29 de diciembre de 2018

El gobernante maya

Palabra de lector 61

El siguiente es un libro que hay que leer en dos niveles. Sí, el volumen titulado “El gobernante maya, historia documental de cuatro señores del periodo clásico”, de María Elena Vega Villalobos y editado por la UNAM, es una investigación sobre el poder y los señores mayas.

La obra se aborda tanto desde el punto de vista de la narración histórica, como desde el análisis de las evidencias epigráficas plasmadas en los muros de varias ciudades, los cuales fueron dictados, seguramente, por los mismos actores de los hechos o por sus descendientes.


Se trata de las historias de K`ihnich Janaab` Pakal, de Palenque; B`ajlaj Chan K`awill, de Dos Pilas; Itzamnaah Kokaaj B`ahlam II y su hijo Yaxuum B`ahlam IV, ambos de Yaxchilan y cuyas historias están plasmadas en cientos de inscripciones que pasan revista a sus hechos y responsabilidades como dirigentes de sus respectivas ciudades y dominios.

Estos señores gobernaron sus respectivos territorios durante el Clásico tardío (600-909 d. C.). Durante su vida, remodelaron, ampliaron y construyeron cualquier cantidad de edificios, templos y mausoleos, donde plasmaron sus hechos, hazañas y celebraron y ataron las fechas que los ligaban con el pasado y sus antepasados divinos.

Todos ellos destacaron en las obras arquitectónicas que mandaron hacer, así como guerreros en los campos de batalla, sin descuidar sus obligaciones rituales a través del sacrificio o de las danzas sagradas, tareas propias de los dirigentes de estas selvas de reyes.

Mientras ellos tuvieron el poder, sus entidades políticas, Palenque, Dos Pilas y Yaxchilan brillaron con el mayor esplendor. Sus nombres jeroglíficos ostensiblemente tallados aparecen en numerosos tableros, dinteles, escaleras jeroglíficas y estelas. El discurso que revelan sus inscripciones muestra un ímpetu poco conocido en la antigüedad maya, tanto como una voluntad política de renovación dinástica como de una conducta religiosa profunda y creadora al mismo tiempo.

Esta obra contiene una traducción integra de setenta fuentes escritas en caracteres jeroglíficos. Por otro lado, el trabajo no sólo permite vislumbrar los contextos históricos particulares de estos cuatro gobernantes, sino también nos adentra en su legrado escrito. El libro permite a los lectores conocer la forma en que la moderna epigrafía maya contextualiza, descifra, fecha e interpreta las inscripciones y pone a disposición de los interesados en el mundo maya antiguo un repertorio documental sumamente útil para la elaboración histórica.

Aunque toda traducción lleve implícita una interpretación de la fuente, en este volumen la autora presenta traducciones integras apegadas lo más posible a los originales, sin suprimir la cadencia rítmica y solemne de los textos escritos en jeroglíficos mayas. 

Como podrá verse en las inscripciones monumentales aquí presentadas, los temas habituales de estas se centran en los diversos actos rituales protagonizados por el gobernante y la realeza, mostrando que el registro de su actividad ritual fue primordial. Las inscripciones, entonces, tenían como finalidad señalar que el gobernante era el centro de la vida religiosa y ceremonial de las antiguas capitales mayas.

Finalmente, hay que apuntar que el presente libro no es un texto de divulgación, sino más bien un trabajo de especialistas para un público que ya ha andado el sac be de la cultura maya y, en mucho mayor medida, para especialistas tanto de la historia como de la epigrafía maya.

Servidos.

Vega, Villalobos, María Elena, El gobernante maya, historia documental de cuatro señores del periodo clásico, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 283 pp., 2017. Instituto de Investigaciones Históricas, Serie Culturas Mesoamericanas, número 8.

martes, 18 de diciembre de 2018

La vida de un Disco Duro


Palabra de lector 60
Los manuales suelen ser lo último que un usuario lee a la hora de instalar un programa o al utilizar por primera vez un equipo electrónico. Es más, el mexicano sigue aquella regla de: “si todo falla, lea al manual”.
Y es que estos documentos, generalmente escritos en un lenguaje complejo y técnico no son del gusto de las personas y, sin embargo, se mueven.
Pero hay de manuales a manuales. No es lo mismo el manual de uso de Windows 10, que el recientemente reseñado en este espacio. “Cómo comprar una computadora”. La diferencia es enorme.
El primero de ellos seguramente muy pocos usuarios y los expertos ingenieriles lo revisarán y, el otro, con suerte, puede convertirse en un gran auxiliar de todo consumidor y vendedor de equipos de cómputo personal.
Algo semejante sucederá con el texto que hoy nos ocupa. Se trata del libro “La vida de un disco duro. Anatomía y funcionamiento de Sergio Barreto Gómez.
El autor es director y fundador de Onyx recuperación, una de las pocas empresas dedicadas en México a la recuperación de información de discos duros dañados. Sergio se ha dedicado un largo tiempo a entender el funcionamiento de los discos duros mecánicos, así como de la recuperación de la información en ellos contenida.
Esta preocupación lo impulsó a tratar de que este conocimiento se difunda lo más posible, ya que esta materia no se imparte en ninguna de las escuelas técnicas ni de educación superior, pese a que es una actividad altamente lucrativa, pues al ser poco practicada hay una enorme demanda y se pagan altos costos por este servicio, a veces vital para los usuarios afectados.
El volumen, editado por el Instituto Politécnico Nacional, pasa revista a los principios que rigen el funcionamiento de los discos duros, su estructura, los sistemas de archivos FAT y NTFS, las unidades de Estado sólido y, concluye, con una sección bautizada como Apuntes sobre la recuperación de datos, convirtiendo así en un verdadero curso sobre el tema.
El autor apunta que la información se ha transformado en bits y se está digitalizando a pasos acelerados. De tal manera que documentos, fotografías, audios y videos experimentan una evolución digital sorprendente y tienen en la actualidad una calidad sin precedentes.
Así, ahora podemos poseer grandes cantidades de información y, por ende, una urgente necesidad de contar con sistemas de almacenamiento cada vez mejores para su manejo, velocidad, capacidad y confiabilidad, en una carrera que parece no tendrá fin.
Finalmente, el autor da una serie de consejos invaluables, pues resulta, con mucha pena hemos de confesar, que los usuarios no sabemos tratar a nuestros discos duros, tan importantes personajes tecnológicos.
Servidos.
Barreto, Gómez Sergio, La vida de un disco duro. Anatomía y funcionamiento, Instituto Politécnico Nacional, México, 254 pp., 2018.

domingo, 9 de diciembre de 2018

Hablemos sobre el poder


Palabra de lector 59
Ahora que los tiempos están cambiando, como dijera el maestro Bob Dylan, y nos encontramos con numerosos opinólogos de clóset, antes apolíticos y ahora rabiosos críticos del nuevo régimen, sería bueno hacer algunas reflexiones sobre el PODER, que no es poca cosa y que permitiría entender mejor los dimes y diretes de la política nacional.
Este acercamiento a la idea del poder no está hecha a través del derecho o de la política misma, sino desde el origen del todo, la filosofía. Qué mejor guía que las reflexiones sobre el tema de el super star de la filosofía actual, el señor Byung-Chul Han, de su libro Sobre el poder, de editorial Herder.
Antes que nada, debemos decir que éste es de los pocos libros que hemos revisado en formato electrónico y que nos sigue pareciendo abominable la lectura digital. Por otro lado, éste es el tercer libro del autor que comentamos en este espacio.
También debemos advertir que el texto no es una lectura fácil para alguien que no cuente con las bases teóricas del pensamiento filosófico; puede ser complejo, incomprensible en algunos pasajes y hasta tedioso, pero haga el esfuerzo. Más si le ha dado por opinar en torno a los acontecimientos del México actual. Así hablará con cierto conocimiento de causa y no como periquito que repite lo que los medios oficiosos publican.
De entrada, déjeme decirle que el autor basa su reflexión principalmente en cinco pensadores: Nikas Luhmann, Michel Foucault, Friedrich Nietzsche, George Wilhem Friedrich Hegel y Martín Heidegger.
Para comenzar, el autor apunta que el poder se asocia inevitablemente tanto con la libertad como con la coerción, ya que para unos se basa en la acción común y, para otros, guarda relación con la lucha.
El autor afirma que el poder suele entenderse como la capacidad del yo para imponer sus decisiones, sin necesidad de tener en consideración al otro; si bien no tiene que asumir la forma de una coerción, cuanto más poderoso sea, con más sigilo opera.
De esta manera, el poder como coerción impone decisiones propias en contra de la voluntad del otro, mientras que un poder superior es aquel que configura el futuro del otro, y no aquel que lo bloquea.
Bajo esta premisa, un poder libre significaría que el otro obedece libremente al yo. Quien quiera obtener un poder absoluto, no tendrá que hacer uso de la violencia sino de la libertad del otro. Y ese poder absoluto se habrá alcanzado en el momento en que la libertad y el sometimiento coincidan en todo.
En resumen, el poder no se basa en la opresión.
Aquí hay que apuntar que la obediencia, fundamental para el poder, presupone una libertad, pues sigue siendo una elección. Por el contrario, la violencia física destruye incluso la posibilidad de obedecer. Hay más actividad y libertad en la obediencia, que en el sufrimiento pasivo de la violencia.
Ahora, si el poder careciera de voluntad, conduciría a un vacío del sentido, ya que éste es lo único que permite que las cosas participen de sentido. De ahí que el poder sea elocuente, articula el mundo nombrando las cosas y determinando su “hacia dónde” y su “para qué”.
Por ello, el poder crea significatividad al configurar un horizonte de sentido, en función del cual se interpretan las cosas que se vuelven significativas y obtienen un sentido en atención al poder.
Sin embargo, Foucault piensa que el poder asume la forma taimada y cotidiana de la norma, ocultándose de ese modo como poder y haciéndose pasar por sociedad.
El poder incrementa, de esta manera, su eficiencia y estabilidad ocultándose, haciéndose pasar por algo cotidiano u obvio. En eso consiste la astucia del poder.
Finalmente, el poder no se inscribe únicamente en el hábito. La nacionalización de una masa o la formación de una cultura nacional, que se producen por medio de símbolos o narraciones, representan una continuidad de sentido de la que se sirve el poder. La fragmentación no es ventajosa para el poder. El establecimiento de una configuración de sentido homogénea y nacional asegura la lealtad de las masas y, por medio de ellas, el dominio.
La dictadura de uno no opera mediante represión ni prohibiciones. Más bien asume la figura de lo habitual. Es una dictadura de la obviedad. El poder que opera a través de la costumbre es más eficiente y más estable que el poder que emite mandatos o que ejerce coerciones.
Que les aproveche.
Han, Byung-Chul, Sobre el poder, Editorial Herder México, edición digital, Barcelona, 153 pp., 2016. Traducción de Alberto Ciria. Colección Pensamiento Herder.

martes, 4 de diciembre de 2018

De niñas e hipopótamos

Palabra de lector 58
Tomoko tiene doce años y es una niña que por diversas circunstancias debe separase de su madre e ir a vivir a casa de sus tíos. Lo que no sabe es que esa casa, más que una residencia, pareciera ser un lugar de fantasías, ya que tanto sus habitantes como lo que ahí pasa, resulta impactante para ella. El colmo, por supuesto, es La niña que iba en hipopótamo a la escuela, su prima.
Ésta es la historia de Tomoko y Mina, dos niñas que nos describen y nos muestran la magia que puede existir en la vida familiar. Desde los colores, los sabores, los hechos y las historias que ahí se desarrollan, atrapan al lector, pese a tratarse de una novela costumbrista, ubicada en el Japón de mediados del siglo pasado y de una familia acomodada.
Hay en el relato una sutileza y una suavidad en la estructura de la historia, que cada una de las situaciones es abordada con elegancia y tacto que el lector debe, más que constatar, adivinar lo que está sucediendo en la narración, como sucede con el primer amor de Mina.
La autora, Yoko Ogawa, utiliza los ojos de Tomoko para narrarnos una vida doméstica de una familia acomodada del Japón actual, pero que adquiere importantes tintes mágicos a la vista de esta niña que poco sabe de ello.
Las descripciones de las actividades de los personajes, la forma en como se abordan los hechos cotidianos, adquieren desde la voz de Tomoko una forma distinta y deseable de atrapar esa tibieza de la que nos hace partícipes.
Dice Tomoko: “Por encima de cualquier escultura o cerámica valiosa, en la casa de Ashiya los libros eran considerados de primerísima importancia. Para poder consultarlos en todo momento, cada habitación disponía de su propia biblioteca, e incluso los niños podían coger con toda libertad los libros para adultos. Manuales especializados de farmacia en alemán, los álbumes de Mina o los suplementos de El amigo del hogar de la señora Yoneda, todos eran tratados equitativamente, de forma imparcial.
“En la casa de Okayama no teníamos ni una sola estantería con libros, y como la única letra impresa existente se limitaba a las revistas de modas o patrones de corte y confección que mi madre utilizaba para su trabajo, al principio me sentí impresionada al ver tantos volúmenes en un lugar distinto a una biblioteca”.
Así, mientras su prima se pasa el día entre libros o jugando con cerillos, su tío (director de una gran fábrica) se ausenta misteriosamente de la casa. Su tía abuela es alemana y habla con mucho trabajo el japonés, y su vida se ve completada por la presencia de un hipopótamo enano, que Mina utiliza como medio de transporte para ir a la escuela primaria, debido al asma crónica que le aqueja.
Sólo basta decir que esta novela ganó el Premio Tanizaki 2006, y es considerada por los japoneses como una obra llena de optimismo mágico y poesía. La obra se inscribe en el ciclo dedicado a la amistad y la infancia, iniciado por la autora con el libro de La fórmula preferida del profesor, ya reseñada en este espacio con anterioridad. Servidos.

Ogawa, Yoko, La niña que iba en hipopótamo a la escuela, Editorial Fonambulista, España, 413 pp., 2011. Traducción de Yoshiko Sugiyama. Colección Literatura.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

La guerra de las mujeres


Palabra de lector 57
En 1643, cuando Luis XIV era un niño, murió su padre el rey. En su testamento, Luis XIII –conociendo a su esposa– hizo todo lo posible para limitar el poder de regente que sabía que Ana heredaría tras su desaparición. De esta manera dispuso un Consejo de Regencia, que sería el encargado de ejercer el poder de facto. dejando a un lado a la legítima regente.
Pero Ana de Austria fue más rápida y logró la anulación del testamento de su marido. Con el apoyo del Parlamento y de los principales príncipes de la nobleza afín a su partido, despidió a todos los ministros nombrados por Luis XIII, menos al ya lamentablemente famoso cardenal Giulio Mazarino, heredero de otro no menos truculento, Richelieu.
La reina y su principal consejero, el cardenal, tuvieron que hacer frente a un movimiento revolucionario de descontentos conocido como la Fronda. Una serie de levantamientos contra el poder absolutista y el veloz ascenso de Mazarino sumieron a Francia en el caos, de 1648 a 1653. El país terminó aceptando el poder absolutista de Luis XIV, nombrado rey en 1651.
La Fronda nació a causa del descontento general. Sus inicios se fundamentaron en la crisis económica y en los medios utilizados por la monarquía para elevar los impuestos para hacer frente a la Guerra de los Treinta Años. Con la llegada de la regencia se esperaba una rebaja de las tasas, pero no fue así: el Cardenal Mazarino creyó que Francia podía soportar la guerra y no aflojó la presión.
A partir de ese momento, la Fronda se convirtió en una lucha de intrigas, una puja por el poder y el control, sin llegar a una guerra declarada, aunque igualmente sin rastros del sentido constitucional.
Los líderes eran príncipes descontentos y nobles. El Parlamento de París –ciudad de carácter rebelde, fácilmente inflamable, que vivía de rentas y estaba dominada por las corporaciones– libró una auténtica batalla con la regencia a propósito de los impuestos. Ejerció, con frecuencia, su derecho de reconvención, esperando en vano modificar la política del reino.
Éste es el entorno sobre el cual la magistral pluma de Alexandre Dumas escribe la novela de lances románticos, de capa y espada, llamada La guerra de las mujeres.
Corolario a otra obra no menos entretenida como lo es El visconde de Bragelonne (que a su vez es la continuación de la saga de 20 años después), la novela realmente se enfoca en una guerra sórdida, sin cuartel, pero con toda la etiqueta que prevalecía en la Francia del absolutismo.
Aquí, la mezcla de personajes y hechos reales con la ficción se entrelazan de manera magistral y nos permiten vislumbrar cuál era la idea que tenía el famoso escritor sobre aquel periodo de la historia de Francia.
En la obra se entretejen las disputas políticas, los lances caballerescos y las relaciones amorosas. Y como se dijo más arriba, las protagonistas son las diferentes damas que no dudan en anteponer el sacrificio, el odio, las pasiones y el amor al servicio de la política palaciega y el futuro del reino francés.
La técnica narrativa de Dumas se sostiene sobre los hilos históricos a los que acomoda el oficio novelesco de unas aventuras que siempre mantienen el ritmo de la rapidez y el suspenso.
Capaz de interesar y enseñar al mismo tiempo, esta leyenda de mosqueteras belicosas y estrategas políticas es, por derecho propio, una de las piezas más delicadas que sustentan el prestigio del novelista francés más leído de la historia.
Que se diviertan. ¡En garde!
Dumas, Alexandre, La guerra de las mujeres, Ediciones Siruela, España, 618 pp., 2009. Traducción y edición de Mauro Armiño. Colección: Libros del tiempo, 282.

jueves, 11 de octubre de 2018

La crisis del siglo XII



Palabra de lector 56
Hablemos de la Edad media. Si usted es de los que creen que la Edad media es la etapa del oscurantismo, la brujería, el destape del diablo y que no pasaba nada más que cantos gregorianos y torneos de caballeros en sendas armaduras, permítame decirle que anda muy, pero muy norteado.
Para no meternos en una larga disertación, en esta ocasión haremos un apartado muy particular en el periodo que va de finales del siglo XI al siglo XIII, donde se gesta lo que Thomas N. Bisson, en su excelente libro, La crisis del siglo XII y que no es más que un riguroso y profundo estudio sobre, principalmente, el poder, la nobleza y lo más importante, los orígenes de la forma de gobernar en Europa y que dará origen a los Estados europeos: los grandes reinos, imperios y el Estado moderno.
El autor, una de las más grandes autoridades en la materia, nos ofrece una visión profunda completa y a veces agotadora, sobre las formas que se fueron cristalizando para desembocar en la génesis del Estado moderno. Se pasa revista al proceso y el paso de los señores-reyes y sus aliados, ya fuesen caballeros, hombres armados y castellanos, hacia los acuerdos judiciales y parlamentarios que signarían en las primeras cartas de vasallaje y acuerdos. Esto con el fin de delimitar y controlar la violencia hacia la población y los miembros de la iglesia como argumento fundamental del ejercicio del poder.
El autor nos describe, en ocasiones con lujo de detalle, la opresión de los castillos y sus encargados, los castellanos, la violencia e impunidad con que se actuaba, muchas veces con la complicidad de sus señores y otras, pese a ellos, como la forma más brutal y recurrente del ejercicio del poder.
Al mismo tiempo, se habla de cómo estas prácticas comienzan a ser cuestionadas primero, y luego reguladas en un proceso civilizador de la violencia, a través de leyes y acuerdos que seguirán un largo camino antes de desembocar en las estructuras de un Estado moderno. Esto llevaría a la consolidación de los grandes reinos de la baja edad media y el renacimiento, todo ello bajo la égida del derecho y las leyes basadas en el derecho romano.
Es pues este periodo, un tiempo del poder de la violencia, de los caprichos y arbitrariedades de los señores, sus castellanos y hasta de las hordas de caballeros sin fe ni señor que asolaban toda Europa.
Sin embargo, esta nada deseable situación, principalmente para los más pobres, lleva en su seno, en sus ambiciones, el germen de una crisis que permitirá el renacimiento de la justicia pública, principalmente impulsada por los mismos señores-reyes, la iglesia y hasta comunidades completas que pretenden poner un alto a tanta iniquidad.
En este tiempo, el poder dejará de ser fundamentalmente personal y patrimonial, para pasar a un poder “político”, donde los intereses del reino-imperio prevalecerán sobre las ambiciones personales y se someterán a la estructura jurídica del Estado.
Ya para terminar y siguiendo a los expertos en la materia, esta obra tiene como su mayor aportación la afirmación de que en la Europa del siglo XII el poder era la violencia de los señores y no del gobierno ni del esquema feudal en sí. Fue precisamente el enfrentamiento entre las ambiciones de los mismos señores-caballeros y señores-reyes, lo que los condujo a una crisis, cuya consecuencia más importante fue el renacimiento de la justicia pública por parte de los príncipes, basada en el derecho consuetudinario y, como consecuencia, la gradual reaparición del gobierno de los reinos, principados y ciudades.
Servidos.
Bisson, Thomas N., La crisis del siglo XII, el poder, la nobleza y los orígenes de la gobernación europea, Editorial Crítica, España, 847 pp., 2009. Traducción de Tomás Fernández Aúz y Beatriz Eguibar. Colección: Serie mayor.